¿Sabías que existen tres reliquias de Cristo en la Iglesia de Notre-Dame de París?
Tras el incendio del año pasado estas tres reliquias se encuentran en el Ayuntamiento de París a la espera de volver a su lugar habitual
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El 15 de abril de 2019 será recordado en todo el mundo como el día en que ardió la Catedral de Notre-Dame en París. Probablemente el templo más bello y famoso del mundo fue envuelto y abrumado por las llamas.
Miles de personas se aglomeraron en los alrededores de uno de los grandes iconos de la capital francesa para asistir al dantesco espectáculo y ver impotentes como el fuego consumía un monumento que atrae con especial magnetismo a trece millones de personas cada año. Numerosas obras de arte pudieron ser rescatadas intactas gracias a “una cadena humana” compuesta por bomberos, agentes de seguridad, el equipo del arzobispado y los técnicos del Ministerio de Cultura francés.
Uno de los miembros de esa cadena fue el sacerdote Jean-Marc Fournier, capellán de los bomberos de París, que entró junto a sus compañeros en la catedral de Notre Dame en llamas, y no dudó en arriesgar su vida para salvar los tesoros allí custodiados.
Los tres tesoros de Notre-Dame de París
Muchas personas quizás no saben que en la Catedral de Notre-Dame en París se conservan tres reliquias de Cristo: la Corona de espinas, un fragmento de la Cruz del calvario y uno de los clavos que sirvió para fijar a Cristo en la Cruz.
La reliquia de la Corona de Espinas corresponde a la corona que los soldados romanos colocaron a Jesús de Nazaret en la cabeza durante su crucifixión para burlarse de que se hubiera proclamado rey de los judíos.
Según las fuentes históricas estas tres reliquias fueron compradas por el rey Luis IX al Emperador de Constantinopla el 19 de agosto 1239, y fue él mismo que llevó las reliquias a Notre-Dame mientras se construía un edificio adecuado para ellas, el cual fue llamado Le Sainte Chapelle. El rey las acogió con los pies descalzos llevando sólo una túnica de lino. De esa guisa, sujetando personalmente la reliquia y acompañado de su hermano Robert d’Artois, las llevó en procesión entre la muchedumbre que se arrodillaba a su paso.
Durante la Revolución Francesa se guardó la Corona de Espinas en la Biblioteca Nacional, llegando a Notre-Dame en 1801 y se encuentra en una caja de cristal. El clavo y el fragmento provienen del Santo Sepulcro y, según los historiadores, los cristianos de Jerusalén los donaron al emperador Carlomagno en el 799.
Estas reliquias de Cristo no se exhiben para los turistas, pero la corona se muestra a los devotos que visitan París el primer viernes de cada mes a las 15 (hora de la muerte de Jesús) y el Viernes Santo con horario extendido.
Las reliquias de Notre-Dame, a salvo tras el incendio
El rector-arcipreste de Notre Dame, Patrick Chauvet, anunció el día del incendio que se consiguieron salvar los tres objetos religiosos más importantes que albergaba la catedral junto a la Túnica de San Luis. El tesoro de Notre Dame ha podido salvarse y ahora se encuentra a resguardo en el Ayuntamiento de París esperando volver a su lugar habitual.
Estas reliquias se conservaban en la capilla del eje o de la Orden del Santo Sepulcro, depositada en un relicario de vidrio que evoca la capa púrpura de la cual Cristo fue vestido durante su Pasión.