El cardenal Müller presenta su libro en Mallorca

CARDENAL MÜLLER: "LOS SACERDOTES ESTAMOS LLAMADOS A VIVIR POR PURA GRACIA NUESTRA IDENTIDAD SACERDOTAL"

La celebración de la Fiesta de Jesucristo Sacerdote ha sido presidida por el Cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Los sacerdotes de Mallorca han celebrado este jueves 19 de mayo la jornada sacerdotal por excelencia de la Diócesis, en la fiesta de Jesucristo Sacerdote. El encuentro, que tradicionalmente se celebra en el Santuario de Lluc, este año ha tenido un marcado carácter luliano con la visita al sepulcro del Beato y la celebración eucarística en la Basílica de San Francisco. La celebración ha sido presidida por el Cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en su homilía recordó varios fragmentos de la obra de Llull. Terminada la celebración, el cardenal, junto con obispos y sacerdotes, ha depositado un ramo de flores en ante el sepulcro del Beato, y rezó una breve oración.

Antes, en la sala de actos del Colegio de San Francisco, ha pronunciado una conferencia titulada ‘¿Qué podemos esperar del sacerdocio?’, Donde ha definido el ministerio de la reconciliación como originado en un don: ‘Hablando del sacerdocio, nuestro primer pensamiento se dirige espontáneamente a tantos sacerdotes ejemplares que hemos encontrado en nuestra vida vocacional’. Y añade: ‘Su testimonio luminoso es un faro que concreta esta preciosa vocación a la que hemos sido llamados’. Acto seguido ha reflexionado sobre la crisis actual del sacerdocio desde una perspectiva historia, empezando por las consecuencias de la reforma protestante y acabando por el nuevo contexto cultural y eclesial: ‘Debemos recordar que la actual crisis del sacerdocio tiene como causa factores en primer lugar, extraeclesiales. La identidad cristiana se encuentra desorientada porque somos hijos de nuestro tiempo y esta sociedad se ha olvidado de Dios’. Por último, ha invitado a los sacerdotes a vivir por pura Gracia su identidad sacerdotal, como un ‘tesoro escondido, la perla preciosa de la que nos habla el Evangelio’.

Como es tradicional, la celebración se rindió homenaje a los dos sacerdotes que este 20016 cumplen las bodas de plata y los once que hacen 50 años de sacerdocio. A su vez se ha tenido un recuerdo especial por los ocho sacerdotes fallecidos durante este año.