Fernando Bonete reseña la última obra de Rod Dreher, el autor de "La opción benedictina"

editorial

ha abierto y ha dado continuidad a una línea de pensamiento que la coloca en la vanguardia de la disidencia político-social. Escribo aquí "disidencia" en el mejor sentido, en el sentido de "ir contracorriente" que tanto le gustaba a Chesterton, en el sentido de remar contra la corrección política y la cultura de la cancelación que impone el pensamiento único.

En apenas seis meses hemos asistido a la publicación de al menos dos obras de gran interés que nos ponen en la senda de considerar que la democracia liberal está degenerando en algo muy parecido al totalitarismo.

O algo peor, porque si con el totalitarismo ?pongamos el comunismo?, la herramienta de imposición era explícita y visible, dura ?el Partido?, en el demoliberalismo el mecanismo de regulación de lo admisible es sutil, blando y paradójico: cierta clase de "libertad", en verdad una libertad pretexto para enmascarar el control ideológico. De una parte tenemos Los demonios de la democracia. Tentaciones totalitarias en las sociedades libres del filósofo y político Ryszard Legutko. Este miembro del Parlamento Europeo de origen polaco lo ha vivido todo en primera persona: el comunismo soviético, la reconstrucción de Europa tras la Guerra Fría, y la deriva demoliberal de nuestros días. Su obra establece las bases para identificar las similitudes entre el comunismo y el demoliberalismo, en un análisis de la cuestión articulado en múltiples frentes: política, sociedad, ideología, cultura, religión.

De otra parte, Vivir sin mentiras. Manual para la disidencia cristiana, del norteamericano Rod Dreher ?archifamoso por su anterior La opción benedictina?, que llega donde no lo hace el anterior, a la dimensión práctica de los consejos para identificar y resistir al totalitarismo blando de nuestro tiempo.