'Hijos de Dios': la película sobre el sinhogarismo ovacionada en el Festival de Cine de San Sebastián
Aleluya ha hablado con Ekain Irigoien, director de la cinta, que ha contado cómo nació este proyecto y cómo fue el rodaje del largometraje
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El Festival de Cine de San Sebastián este año ha sido diferente y no lo ha sido solamente por el desfile de mascarillas, limitación de aforo en las salas o por los protocoles estrictos de seguridad. Este año, en la alfombra roja de la ciudad vasca, ha desfilado también Javi, un hombre que desde 20 años vive en la calle. La película “Hijos de Dios”, del director Ekain Irigoien, lleva a la gran pantalla uno de los problemas de nuestra sociedad, el sinhogarismo.
La cinta narra la historia de tres personas sin hogar, invisibles para la gente en las calles de Madrid, pero que tienen entre sí una fuerte amistad que les impide caer en la locura.Todo empezó con una persona sin hogar que apareció un día en un banco de la calle, donde pasaba las horas de la mañana a la noche. Esa era la imagen que veía cada día el director de cine Ekain Irigoien. Se le ocurrió la idea de hacer una película sobre esta parte de la población tan desconocida.
La historia del joven que hizo empezar el proyecto
Aleluya ha hablado con Ekain para saber, entre muchas cosas, cómo nació este proyecto. “Todo empezó con una persona sin hogar que apareció un día en un banco de la calle, donde pasaba las horas de la mañana a la noche. Esa era la imagen que yo veía cada día al salir y al llegar a casa. Era un joven marroquí que se pasaba el día en el banco”.
“Un día le pregunté por su historia y me dijo que venia de Alemania y estaba buscando una manera para volver a Marruecos. Decidí comprarle el billete y se fue” nos cuenta Ekain. Otro momento importante fue cuando, en la ciudad de Nueva York, fue a ver un reportaje fotográfico sobre personas sin hogar y allí “vi que había historias muy fuertes que merecían ser contadas”
5 años de rodaje y una relación de confianza y amistad con los protagonistas
Y allí empezó la idea de Ekain de hacer una película con gente que llevaba ya mucho tiempo en la calle. “No quería hacer un documental, sino un largometraje con personajes reales. Quería que ellos mismos fueran los protagonistas”. Fueron ocho meses de trabajo de campo, en los que el director compartió albergue y comida con muchas personas sin techo para poder elegir a quienes iban a ser los protagonistas de la película. “A los dos meses encontré a Javi y fue él que luego me presentó a Romeralas y Mari José. Eran todas personas que vivían en la calle y allí empecé a construir mi historia” añade Ekain.
“Fue muy importante trabajar la confianza y la amistad con los tres protagonistas. Acabaron siendo 5 años de rodaje y me pareció interesante basar la película en ellos porque la vida de las personas sin hogar suele ser bastante estática y ese triángulo me daba la posibilidad de que la historia se moviera y funcionara como una película. También los tres personajes eran muy diferentes uno del otro y le daba riqueza” nos cuenta el director de la película.
“Han sido cinco años de rodaje en los que iba y venía de San Sebastián a Madrid y tenía contacto con Javi sobre lo que iba sucediendo. También se alargó porque quería que la historia fuera lo más real posible, tenía que esperar a que los acontecimientos ocurrieran, no quería forzar nada. Hemos pasado momentos muy buenos, pero también muy duros, como la pérdida de Mari José y la de un compañero que comenzó con nosotros” nos comenta Ekain.
La ovación en el Festival de Cine de San Sebastián
Sobre la relación que se ha venido a crear con ellos Ekain nos dice que “te das cuenta de que han tenido vidas durísimas y que es muy difícil estar en la calle tanto tiempo y no caer en la locura. Ellos están en la calle y necesitan ayuda, y lo que reciben son malas caras e insultos. Un mes puedes aguantar, pero cuando ya son 20 años la mayoria de esa gente está bastante deteriorada físicamente y sobre todo mentalmente”.
Los pases en San Sebastián fueron un éxito: “Aunque ha sido un año muy raro para estrenar la película, las entradas se agotaron el mismo día que salían a la venta. Las salas estaban llenas (con limitación de aforo) y las criticas fueron muy buenas. Javier vivió la experiencia desde la fila cuarta del cine con emoción. Mariano no pudo asistir por la crisis sanitaria”.
Después del estreno le dedicaron a Javi una ovación enorme y “se le veía muy emocionado, desde la alfombra roja hasta la entrada en sala”. Ekain se despide diciéndonos que “es una película hecha por ellos y para ellos y espero que podamos abrir los ojos delante de este grave problema social”.