San Josemaría Escrivá impulsó la presencia de la mujer en todos los ámbitos
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Las historiadoras Inmaculada Alva y Mercedes Montero afirman que el mensaje de san Josemaría Escrivá ?cuya fiesta litúrgica la Iglesia celebra hoy? tiene una actualidad creciente para la mujer, en la medida que la actividad de la mujer abarca más campos en la vida pública. Lo público necesita la aportación del genio oculto femenino en una nueva cultura".
Estas autoras acaban de publicar "El hecho inesperado. Mujeres en el Opus Dei (1930-1950)", que se centra en las distintas fases de consolidación del trabajo del Opus Dei entre mujeres durante sus primeros veinte años de existencia, y las distintas actividades apostólicas que desarrollaron en la universidad, la enseñanza y la solidaridad.
Sobre la visión de san Josemaría acerca de la mujer, señalan que "no era la habitual de la época. Habló a las mujeres de la Obra desde el principio de estar presentes en todas las profesiones: arquitectas, abogadas, alta cultura, dirección de revistas, de casas de moda… Aunque en aquellos momentos lo más urgente era liderar el proceso de dar al Opus Dei el aire de familia que estaba en el centro de su carisma".
Según las autoras, los comienzos no fueron fáciles, ya que "la mentalidad de la época no entendía la entrega a Dios en celibato si no era en un convento. Por lo tanto, si vivías una entrega en medio del mundo, mucha gente pensaba que te habías quedado a medio camino entre el matrimonio y el convento".
Los mensajes de san Josemaría Escrivá son los mismos ahora que en 1930, "porque el mundo actual reacciona casi únicamente ante el trabajo bien hecho, y es algo que compete también a las mujeres en su conquista progresiva del espacio público", señalan Alva y Montero.
Las autoras de "El hecho inesperado" destacan la igualdad de mujeres y hombres, sin olvidar, como dice san Juan Pablo II en su encíclica "La dignidad de la mujer", que "lo esencial de esta es la apertura a los demás. El mundo, la humanidad, está a su cuidado".
Noventa años después de la fundación, Alva y Montero afirman que "también ahora es momento de expansión y apertura a nuevas culturas, además de profundización en el carisma fundacional, con una dedicación a Dios basada en la respuesta personal y li