El Evangelio de hoy: “Jesús, el Hijo de Dios”

Evangelio según san Juan (1, 29-34) y comentario de José María Calderón, director nacional de OMP

Redacción Religión

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 29-34

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».

Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

José María Calderón, director de OMP España, comenta el Evangelio


Primera lectura

Lectura del libro de Isaías 49, 3. 5-6

Me dijo el Señor:

«Tu eres mi siervo, Israel,

por medio de ti me glorificaré».

Y ahora dice el Señor,

el que me formó desde el vientre como siervo suyo,

para que le devolviese a Jacob,

para que le reuniera a Israel;

he sido glorificado a los ojos de Dios.

Y mi Dios era mi fuerza:

«Es poco que seas mi siervo

para restablecer las tribus de Jacob

y traer de vuelta a los supervivientes de Israel.

Te hago luz de las naciones,

para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».

Salmo

Sal 39, 2 y 4ab. 7-8a. 8b-9. 10 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor;

él se inclinó y escuchó mi grito.

Me puso en la boca un cántico nuevo,

un himno a nuestro Dios. R/.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,

y, en cambio, me abriste el oído;

no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,

entonces yo digo: «Aquí estoy». R/.

«-Como está escrito en mi libro-

para hacer tu voluntad.

Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas». R/.

He proclamado tu justicia

ante la gran asamblea;

no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes. R/.

Segunda lectura

Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 1-3

Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados por Jesucristo, llamados santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: a vosotros, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

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