EVANGELIO DEL DÍA

Evangelio 30 noviembre: "Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres"

San Mateo 4, 18-22

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Evangelio del día 30 de noviembre de 2018 con las lecturas de hoy:

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo:

-"Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y, pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó también. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 10, 9-18

Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación,- y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado".

Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará". Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que proclame?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: "¡Qué hermosos los pies de los que anuncian el Evangelio!" Pero no todos han prestado oído al Evangelio; como dice Isaías: "Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?" Así, pues, la fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo. Pero yo pregunto: «¿Es que no lo han oído?» Todo lo contrario: "A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los limites del orbe su lenguaje".

Salmo 18, 2-3. 4-5

R. A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios, 

el firmamento pregona la obra de sus manos: 

el día al día le pasa el mensaje, 

la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,

sin que resuene su voz,

a toda la tierra alcanza su pregón 

y hasta los límites del orbe su lenguaje. R

Temas relacionados