EVANGELIO DEL DÍA

Evangelio 1 de octubre de 2018: "El más pequeño de vosotros es el más importante"

San Lucas 9,46-50

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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El Evangelio del día 1 de octubre de 2018 con las lecturas de hoy:

Del Evangelio según san Lucas 9,46-50:

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.

Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: "El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante".

Juan tomó la palabra y dijo: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir".

Jesús le respondió: "No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro".

Primera lectura

Lectura del libro de Job (1,6-22):

Un día, fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satanás. 

El Señor le preguntó: "¿De dónde vienes?"

Él respondió: "De dar vueltas por la tierra".

El Señor le dijo: "¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal".

Satanás le respondió: "¿Y crees que teme a Dios de balde? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. Pero extiende la mano, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldecirá en tu cara".

El Señor le dijo: "Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques".

Y Satanás se marchó.

Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job y le dijo: "Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a ¡os mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo".

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: "Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo".

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: "Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó, y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo".

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: "Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo".

Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo: "Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor".

A pesar de todo, Job no protestó contra Dios.

Salmo 16,1.2-3.6-7 

R/. Inclina el oído y escucha mis palabras

Señor, escucha mi apelación, 

atiende a mis clamores, 

presta oído a mi súplica, 

que en mis labios no hay engaño. R/.

Emane de ti la sentencia, 

miren tus ojos la rectitud. 

Aunque sondees mi corazón, 

visitándolo de noche, 

aunque me pruebes al fuego, 

no encontrarás malicia en mí. R/.

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; 

inclina el oído y escucha mis palabras. 

Muestra las maravillas de tu misericordia, 

tú que salvas de los adversarios 

a quien se refugia a tu derecha. R/.

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