“¿Quién decís que soy yo?”

Evangelio según san Lucas (9, 18-22) y comentario de José María Calderón, director de OMP España

Redacción Religión

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó:

«¿Quién dice la gente que soy yo?».

Ellos contestaron:

«Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Pedro respondió:

«El Mesías de Dios».

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie, porque decía:

«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».

José María Calderón, director de OMP España, comenta el Evangelio

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiastés 3, 1-11

Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:

Tiempo de nacer, tiempo de morir;

tiempo de plantar, tiempo de arrancar;

tiempo de matar, tiempo de sanar;

tiempo de destruir, tiempo de construir;

tiempo de llorar, tiempo de reír;

tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar;

tiempo de arrojar piedras, tiempo de recogerlas;

tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse;

tiempo de buscar, tiempo de perder;

tiempo de guardar, tiempo de arrojar;

tiempo de rasgar, tiempo de coser;

tiempo de callar, tiempo de hablar;

tiempo de amar, tiempo de odiar;

tiempo de guerra, tiempo de paz.

¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Comprobé la tarea que Dios ha encomendado a los hombres para que se ocupen en ella: todo lo hizo bueno a su tiempo, y les proporcionó el sentido del tiempo, pero el hombre no puede llegar a comprender la obra que hizo Dios, de principio a fin.

Salmo de hoy

Sal 143, 1a y 2abc. 3-4 R/. ¡Bendito el Señor, mi alcázar!

Bendito el Señor, mi Roca;

mi bienhechor, mi alcázar,

baluarte donde me pongo a salvo,

mi escudo y refugio. R/.

Señor, ¿qué es el hombre

para que te fijes en él?

¿Qué los hijos de Adán

para que pienses en ellos?

El hombre es igual que un soplo;

sus días, una sombra que pasa. R/.

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