Poema para despedir el mes de mayo, mes de María, por Francisco Vaquerizo

Poema para despedir el mes de mayo, mes de María, por Francisco Vaquerizo
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Poema para despedir el mes de mayo, mes de María, por Francisco Vaquerizo
Para despedir el mes de Mayo, os envío este romance mariano. Es lo último que he escrito a la Virgen y ha sido para la Romería del Saz (Alhóndiga), que nació y se sigue celebrando en Pentecostés. Mi romance se titula "Sedes Sapientiae" ? Trono de Sabiduría y canta este don del Espíritu Santo. Acaso me haya quedado un poema menos lírico y emocional que otras veces pero, acaso también, más doctrinal y teológico. Digo yo, que cualquiera sabe. Feliz verano.
SEDES SAPIENTIAE
María y Pentecostés,
Pentecostés y María;
porque sin Nuestra Señora,
nos dice la Teología,
no cabe Pentecostés
y, por eso, en este día
cantar quiere mi romance
el don de sabiduría,
uno de los siete dones
– y el de más categoría ?
de que la Virgen gozó
a lo largo de su vida
y que todos proclamamos
al rezar su Letanía.
Este don es luz de lo alto
que la mente clarifica,
raíz de conocimiento
supremo que garantiza
el juicio acertado y hace
gustar las cosas divinas,
("Un cierto sabor de Dios"
que santo Tomás decía),
y no solamente ayuda
a conocer la doctrina
sino que además ayuda
a creerla y a vivirla.
Este don enseña a ver
la verdadera valía,
la transcendencia, el sentido
la verdad y la mentira
que encierran todas las cosas
habidas y por habidas.
Un nuevo Pentecostés
acudimos a la Ermita
de nuestra Madre del Saz
y una vez más, de rodillas
ante su imagen, pedimos
que sea Ella nuestra guía
para acertar el camino
de las moradas divinas.
El libro sapiencial pone
este don muy por encima
de coronas y de tronos
porque la sabiduría
don del Espíritu Santo
hace al creyente, si cabe,
más creyente todavía
y hace que lo espiritual
gane siempre la partida.
Y porque Nuestra Señora
del Saz, la Virgen Santísima,
proclamada es por la Iglesia
trono de sabiduría
a la sombra de su amor
y de su gracia bendita,
pedimos que el Santo Espíritu,
con generosa medida,
derrame sobre nosotros
el don de Sabiduría.
Francisco Vaquerizo Moreno
Pentecostés de 2015