Beata María Ana de Jesús, Abogada de Madrid

Los frutos del Misterio Pascual del Señor recaen sobre aquellos que han deteminado seguirle siempre. Es lo que sucedió a la Beata María Ana de Jesús, cuya memoria hacemos este Lunes de la Segunda Semana de Pascua después de haber concluido la Octava Pascual. María Ana Navarro de Guevara será su nombre de Pila. Nacida en Madrid el año 1565 procede de familia numerosa y muy bien posicionada.

Su padre tiene una estrecha relación con la Corte, siendo un servidor muy entregado a la causa de Felipe II, al que asistía en calida de peletero. Su madre muere y casa el padre de segundas nupcias. Ella siente la inclinación a la vida religiosa a la que se ve llamada por Dios. Este anhelo irácreciendo con no pocas dificultades. Una de ellas fue que su padre concertó con su nueva esposa que su hija se casase para quedar bien posicionada.

El intento no valió de nada porque ella se negó a seguir ese camino. Incluso cuenta la tradición que llegó a cortarse el pelo para desfigurarse y así alejar definitivamente a su pretendiente. Retirada como penitente en una ermita de la capital, encuentra algunos sacerdotes mercedarios que le iluminan espiritualmente y le asesoran para acercarse más Dios y su voluntad con el Plan que tenía trazado sobre ella.

Mientras tanto profundiza en la oración, el servicio y la caridad. Su acercamiento a este carisma hace que ingrese en las Mercedarias que había cerca de donde se había situado. Entonces toma su nombre definitivo que es el de María Ana de Jesús. Por entonces corren por la capital madrileña noticias de sus éxtasis y los milagros que realizaba convirtiendo a muchos. La Beata Maria Ana de Jesús muere en 1624. Cuando abrieron su féretro se encontraron con que estaba incorrupta. Es Patrona de Madrid junto a San Isidro, Labrador.