SANTORAL 1 ABRIL

El caballero portugués que dejó las armas y la nobleza por el cuidado de los pobres

Nuño pasó de ser huérfano a noble y hombre de armas. Cuando enviudó, cansado de la guerra, se entregó a Dios como monje

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Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cualquier persona que haya tenido una vida con grandes cargos en el mundo y haya llegado a la Santidad siempre habrá pasado por el camino de la sencillez. El camino de los humildes es no aspirar a grandes pretensiones y, si la situación les sonríe con grandes títulos y méritos, todo se lo agradecen a la Providencia. No son pocos los hombres que han pasado por este camino, siendo gentes de Fe y eso se nota en su condición de pequeñez.

Hoy la Iglesia nos presenta al portugués San Nuño Álvarez, un claro testimonio de todo ello. Nacido en 1360 era prácticamente huérfano. Sin embargo, ya que su familia adoptiva era noble, perteneció al séquito de la reina Leonor, hasta que fue nombrado caballero en la corte. Por voluntad de su padre adoptivo, como sucedía en esos momentos, contraerá matrimonio y es padre de tres hijos.

En la lucha del rey lusitano contra el de Castilla, Nuño apoyó al rey portugués y capitaneó varias contiendas con las consiguientes victorias, llegando incluso hasta la batalla de Aljubarrota. Pero. detrás de toda esta trayectoria. se esconde un gran cristiano, alguien que no busca triunfos ni pompas terrenales. Hombre de fuerte devoción a la Eucaristía y a la Virgen, tras enviudar, ingresa en la Orden de Hermanos de la Bienaventurada Virgen del Monte Carmelo. 

A pesar de los grandes títulos nobles que tenía, nunca presumió de ellos sino que se dedicó a los necesitados. La propia vida que él mismo llevaba se caracterizaba por una pobreza en el Señor que a los hambrientos llena de bienes y a los ricos despide vacíos. San Nuño Álvarez muere el 1 de abril de 1431, fecha que ese año (cosas de la Providencia) coincidió con el Domingo de Pascua.

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