Cristo de Medinaceli; el Cautivo protector de cautivos

Cristo de Medinaceli; el Cautivo protector de cautivos

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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Muchas de las devociones que vive el Pueblo Fiel– por no decir todas- se entroncan dentro de los Pasajes que recoge la Escritura y la Tradición en el ámbito de la Historia de la Salvación. Hoy, Primer Viernes de marzo y Primero también de Cuaresma, la Iglesia vuelve los ojos al Cristo de Medinaceli situado en Madrid, reflejo del Ecce Homo. Su historia nos lleva hasta Sevilla. Tallada en los primeros momentos del siglo XVII, su origen está en la Escuela sevillana del artista cordobés Juna de Mesa.

De allí fue llevada a La Mamora, en Marruecos. La idea era que recibiese el culto y protegiese a las tropas españolas. Cuando esta plaza cae en poder del sultán marroquí, la Imagen es arrebatada y serán los trinitarios quienes armándose de valor le piden al rey adquirirla. Su 1,73 de altura hace que parezca imposible reunir la cuantia pedida. Sin embargo milagrosamente el Cristo pesa mucho menos al tasarle.

La Medalla Trinitaria que se le puso fue el salvoconducto para poder pasar sin problemas a tierras españolas. En 1682 una Procesión multitudinaria se organiza en su honor al llegar a Madrid, llamándole “Jesús del Rescate”. También se constituye la Congregación de Esclavos de Jesús Nazareno y se le pone como abogado de los cautivos. Un día pasa a la Capilla cedida por los Duques de Medinaceli, junto a la Carrera de San Jerónimo.

De ahí que se le empezase a llamar tal y como ha llegado hasta nuestros días. También en 1928 se aprueba su Archicofradía. Con la persecución religiosa va recorriendo diversos lugares para ser protegida hasta su vuelta en el año 1945. Exceptuando en el tiempo de pandemia, una multitudinaria mucehedumbre se acerca desde la madrugada de este viernes para rezar ante su Imagen. En 2011 formó parte del Via Crucis organizado en la JMJ de Madrid, convocada por el recientemente fallecido Papa Benedicto XVI.