SANTORAL 21 MAYO
El hombre que entusiasmó a toda Córdoba hablando de Jesús
San Secundino abrazó pronto la fe y, al ver cómo se amaban entre sí los cristianos, se hizo uno de ellos y predicó...hasta que Roma comenzó la persecución
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El Tiempo de Pascua nos hace volver los ojos al Apocalipsis cuando presenta a esa multitud que nadie podría contar y que ha lavado sus vestiduras en la Sangre del Cordero, blanqueándolas. Han participado de su Misterio que pasa por la Cruz para desembocar en la Gloria definitiva que nunca acaba. Porque muchos han pasado por el martirio como el Santo de hoy, San Secundino.
Nacido en Córdoba en la segunda mitad del siglo III, y pronto abrazó la Fe. Sobre todo, al darse cuenta de la caridad que reinaba entre los seguidores de Cristo, algo que no solamente se quedaba en ellos, porque también se extendía a los romanos. Y es que los paganos al verles solían comentar: “Mirad cómo se aman”.
Todos estos factores hacen del Santo un entusiasta propagador del Reino de los Cielos, por su palabra y por su testimonio. Incluso por un momento, se pensó que Córdoba iba a ser un gran centro de difusión del cristianismo, algo que quedó mitigado cuando la persecución de Diocleciano asoló aquella zona. Cuando surge el edicto de exterminio de los cristianos, los lugartenientes que asignó, estaban tan convencidos como el César de que la nueva religión surgida en Judea y difundida por el Imperio era la causa de los problemas que Roma tenía.
Al comenzar la purga, el prefecto sigue el método de obligar a apostatar a los guías y referentes espirituales, porque así lograrán que los demás cedan también llevando a cabo todo tipo de amenazas. Cuando apresan a Secundino, intentan por todos los medios, a la vista de quienes le tienen por Santo que abjure públicamente del Señor Jesús. Al no conseguirlo, le aplican diversos tormentos, cortándole la cabeza.