Lunes Santo, Fuerza Redentora
Madrid - Publicado el
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Acaba de comenzar la Semana Santa, el momento más fuerte de nuestra vivencia del Misterio Salvador. Todo se iniciaba ayer con la Solemne Entrada del Señor en la Ciudad Santa. Hoy nos adentramos en uno de los días menores de esta Semana Grande para los cristianos. Concretamente nos encontramos en el Lunes Santo, antepenúltimo de la Cuaresma que se cierra el Jueves Santo con el Triduo Pascual.
Se va aproximando el momento de que se muestre la fuerza de la Cruz donde el mundo es juzgado como reo y el Crucificado exaltado como Juez Poderoso tal y como recuerda la Liturgia en las celebraciones de estos días. La Iglesia sigue de cerca los momentos antes de que Cristo sea entrega. Hoy el Evangelio nos lleva hasta la casa de Marta y María donde iba el Señor siempre que quería descansar. Había sido ya la resurrección de Lázaro, el hermano de ellas, y en gratitud le ofrecieron una cena.
María como presintiendo que era la última visita del Señor rompió un frasco con perfume de nardo y se lo derramó sobre su cabeza, ungiéndolo. La casa se llenó de toda su fragancia y aroma. Judas, el que lo iba a traicionar, se sintió defraudado por lo que había hecho y comentó en voz alta que ese perfume podría haberse vendido a beneficio de los necesitados. Cristo valora el detalle de la mujer recordando a Judas que los pobres siempre estarán, pero a Él, no siempre no siempre le tendrán con ellos.
Juan escribe que fue un comentario, no de querer a los pobres sino porque buscaba el dinero que echaban en la bolsa común. Muchos fueron a ver a Jesús y a Lázaro al enterarse que estaba allí. Esto molestó a las autoridades que dictaminaron hacer desaparecer a ambos. Dada la manera de actuar el Señor, defendiendo lo que ha hecho María, frente alos que le critican, se le conoce como “Lunes de autoridad”.