Miércoles Santo: acuerdo y traición

Miércoles Santo: acuerdo y traición

Redacción Religión

Publicado el

2 min lectura

Hace 45 días se iniciaba con el rito de la imposición de la ceniza el itinerario por el desierto para llegar a la Cruz y la Pascua. Hoy es Miércoles Santo, el culmen de esta trayectoria. Se termina con él los días de penitencia cuaresmal ya que mañana comienza el Triduo Pascual. El momento culminante se acerca. El Evangelio sigue de cerca estos momentos finales del Señor antes de su entrega en manos de los pecadores.

Judas ha marchado a Jerusalén y se ha entrevistado con los Sumos Sacerdotes. Les ha propuesto entregarles a su Maestro porque se siente defraudado por Él y tal vez ellos como jefes y guías de Israel tengan razón. La duda no se le quita pero está decidido. El Sanedrín concierta con el traidor treinta monedas de plata. No advierten que también tasaron así a José, sus hermanos, en el Antiguo Testamento.

Los pilares de las Doce Tribus de Israel. Así se consuman los designios de Dios cuando tantas veces les había advertido de que iba a morir y resucitar. Incluso tiempo atrás se había referido a Judas como el “hijo de la perdición”. Dando un paso más, a los Doce les había comentado que muchos de los que le seguían desconfiabana y uno de ellos hasta era un “demonio”. Entretanto, y siguiendo con el hilo evangélico de la jornada, los demás discípulos hacen por encargo del Señor los preparativos de la Comida de Pascua.

Es el momento de que el Hijo del Hombre sea entregado. Así lo anuncia durante la cena: Él se va a la muerte como se ha escrito. Pero ¡Ay! del que lo entrega. Más le valdría no haber nacido. El que come en la mesa conmigo es el primero en traicionarme. Muchos dicen que se trata del primer día de luto en la Iglesia anticipando el Viernes Santo y que por eso se llama tradicionalmente “miércoles de traición”.

Temas relacionados