Nuestra Señora del Rosario
La vivencia de este día, estimula a los creyentes a meditar la Redención a través de María, siendo ella la medianera de todas las gracias y Corredentora junto a Cristo
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No hay como meditar toda la Historia de la Salvación de la Mano de María. Hoy, precisamente, es la festividad de la Virgen del Rosario. En el siglo XIII la Virgen se aparece a Santo Domingo y le encomienda la Devoción al Santo Rosario, pidiéndole que él y la Orden de Predicadores -fundada por este santo- se dediquen a difundir esta oración.
Pasado un tiempo el pueblo fiel dejó de practicar con ahínco este rezo. Pero la Misericordia de Dios no se dio por vencida. Entonces la Virgen se apareció al Beato Alano de Rupe para relanzar el Rosario. Por entonces hubo un hecho que terminó de instaurarle en el pueblo fiel. Como consecuencia de la victoria de los cristianos en la Batalla de Lepanto, el Papa San Pío V, dedicó el 7 de octubre a la Virgen del Rosario en acción de gracias.
El santoral del 7 de octubre: Nuestra Señora del Rosario
Así se ha ido celebrando esta Fiesta de generación en generación, perpetuándose por el pueblo fiel la devoción al Santo Rosario. La vivencia de este día, estimula a los creyentes a meditar, con la ayuda de María, todos los Misterios de la Salvación. Así se contempla la presencia de la Reina del Cielo en la Redención del Género humano. Ella está presente desde el principio de este plan salvífico, cuando Dios se hace Carne en ella, pasando por la vida pública, hasta llegar al Misterio Pascual, que abarca la Cruz y culmina en la Pascua.
Junto a las 50 avemarías de cada parte del Rosario, están las letanías que reconocen en María el Arca de la Nueva Alianza a través de la cual, Dios ha visitado a su pueblo, así como la Medianera de todas las Gracias. En el siglo XX San Juan Pablo II introdujo los Misterios Luminosos, que meditan la Vida Pública de Cristo desde su Bautismo hasta la Institución de la Eucaristía.