La Resurrección del Señor: la Vida hecha realidad

Nos encontramos ante el Momento de Momentos. El anhelado por generaciones. Para esto vino Cristo, el Verbo hecho Carne. Porque hoy es Domingo de Pascua. Es la Gran Fiesta: la Resurrección del Señor para librarnos del pecado y de la muerte.Al Alborear del Primer día de la semana, María Magdalena, María de Salomé y María la de Santiago, iban tristes hacia el Sepulcro al tiempo que buscaban alguien que les ayudase a correr la losa.

Pero al llegar se encuentran que la piedra ha sido corrida y que el Sepulcro está vacío. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? ¡El Señor ha Resucitado! Esto les dice el Ángel. Cuando ellas corren llenas de admiración, el propio Maestro Resucitado se les aparece y les da la instrucción de que vayan a comunicarlo a los demás. Lo que deben hacer es ir a Galilea. Allí se encontraron por primera vez con el Señor. Así tenía que cumplirse para bien del género humano y salvación de todos.

La pasada noche se plasmó esta vivencia con la Solemne Vigilia Pascual. Tal y como se hereda del mundo judío las celebraciones tan estelares se anticipan por el anhelo de lo que está por llegar y se adelanta con gran devoción. Importante fue el Lucernario donde se entroniza el Cirio Pascual, Símbolo de Cristo Resucitado que se presenta por tres veces como se presentó la Cruz el Viernes Santo. Una vez entronizado el Cirio, se lee el Pregón Pascual.

Tras las Lecturas del Antiguo Testamento, el Gloria, la Epístola, el Aleluya, el Evangelio y la Homilía, se renuevan las Promesas Bautismales, en recuerdo del Bautismo que nos incorporó a Cristo. Durante todos estos ochos primeros días, se celebra la Octava de Pascua, hasta el Domingo 7 de abril, porque al ser la Solemnidad más importante en el calendario cristiano, toda la semana se vive como si fuese el propio Domingo de Resurrección.