San Atanasio
Se retiró a un lugar solitario para vivir en la más absoluta soledad a la semejanza de los eremitas donde conocerá a San Antonio Abad
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El gran Misterio de Salvación que profesamos en el Credo es que Cristo es Dios y Hombre Verdadero. Hoy, V Domingo de Pascua, celebramos a San Atanasio, cuyo nombre –de procedencia griega- significa inmortal y que tuvo que proteger a los fieles de entonces de los desvíos doctrinales que rechazaban a Jesús como Dios. Nacido en Alejandría (Egipto), el año 295, al llegar a la adolescencia estudiará derecho y Teología.
Después se retiró a un lugar solitario para vivir en la más absoluta soledad a la semejanza de los eremitas. Precisamente conocerá a algunos y, entre ellos, a San Antonio Abad. Por ello, fue el biógrafo del popular anacoreta. De vuelta a la ciudad se dedica a un servicio completo a Dios. Por entonces, Arrio estaba difundiendo el error de que Cristo no era Hijo Natural de Dios, sino que era adoptivo.
El santoral de hoy, domingo 2 de mayo
Para tratar este problema se convocó el Concilio I de Nicea, en la ciudad de Asia Menor del mismo nombre. En él tuvo mucho influjo Atanasio que era diácono y que acompañaba a Alejandro, Obispo de Alejandría. En él se condenó el arrianismo por ser una doctrina herética, reafirmando la Fe en le Señor Jesús, Hijo Unigénito de Dios, de la misma Naturaleza que el Padre. Pasados cinco meses es elevado a la Sede Alejandrina tras morir el Titular.
Su Ministerio estuvo lleno de dificultades porque fue desterrado varias veces. Y es que el arrianismo estuvo muy presente durante todo ese tiempo entre muchos sacerdotes y patriarcas orientales. Esta fue la constante de su Episcopado, del que también perduran las numerosas obras en defensa de la Fe, así como las muchas aportaciones teológicas que le han otorgado el merecido título de Doctor de la Iglesia. San Atanasio muere el año 373.