SANTO 3 FEBRERO
San Blas: abogado de la garganta y mártir
Hoy recordamos a San Blas, obispo armenio de los tiempos de la persecución de Diocleciano.
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Hay celebraciones que no tiene vinculación entre ellas, pero la cercanía les ha unido. La Candelaria que vivíamos ayer tiene su luz propia, pero en el calendario alude, de alguna manera, a la memoria del día 3 de febrero, es decir hoy, en el que recordamos a uno de los Santos que goza de mayor popularidad en el calendario cristiano: San Blas. Oriundo de Sebaste, en Armenia, su vida transcurre en el año III.
Hombre dedicado a la medicina, trató sobre todo males relacionados con la garganta. Pero esto no era lo único que realizaba, puesto que el gran espíritu de fervor y de caridad, le impulsaba a ayudar a cambiar de vida a quienes vivían inmersos en el pecado. Así se asemejaba más a Cristo Médico de los cuerpos y de las almas. Todo esto sirvió para que la Providencia suscitase la aclamación del pueblo cristiano como Obispo, al estilo de entonces.
El nuevo Prelado, al oír las atrocidades de Diocleciano en la persecución a los cristianos, oró y confortó a muchos, refugiándose en las montañas, hasta que él mismo fue descubierto por los perseguidores. Conducido al Procurador, una innumerable multitud de cristianos y paganos, vitorean al Santo que les ha dado un ejemplo de Fe y valentía.
Muchos son los milagros que había realizado, entre los que se encuentra la sanación de enfermos de la garganta. Incluso uno de esos milagros en el fervor poplar es la sanación de un niño que se había tragado una espina de pescado y el Santo le curó.Todo esto molesta a las autoridades que decretan la muerte del Obispo armenio. Al hacerle pasar por muchos suplicios cruentos antes de matarle, algunas mujeres recogen piadosamente restos de la sangre que ha derramado, motivo por el que son detenidas y decapitadas junto con Blas en el año 316.