San Calixto, Papa mártir y devoto de mártires
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Una de las grandes devociones en los primitivos tiempos era la Devoción y el culto a los mártires que había precedido a las posteriores generaciones con el signo de la Fe y dormían el sueño de la paz después de haber derramado su sangre. Hoy celebramos al Papa San Calixto, que mostró un gran recuerdo por sus antepasados martirizados. Tras vivir en la más absoluta esclavitud en las minas, queda liberado.
Entonces se dedica a profundizar un poco más sobre la Buena Nueva del Señor Jesús. Su fama de hombre honesto y bueno, hizo que el Papa Ceferino le nombrase su hombre de confianza el año 199, así como responsable de las catacumbas donde sepultaban a los cristianos en aquel momento. Su sentido organizativo, hizo que llevase muy bien este cometido que le dieron. Al morir San Ceferino, fue elegido Calixto para sucederle como Pontífice.
Esta decisión tuvo, no pocas dificultades, ya que Hipólito de Roma se opuso alegando que el nuevo Papa, había defendido el perdón a los pecadores que, tras cometer un pecado, hiciesen las debidas penitencias, admitiéndoles de nuevo en la Comunidad Eclesial. Durante su Papado, convirtió a muchos romanos al cristianismo, curó a multitud de enfermos, confortando en la persecución a muchos cristianos.
Habituado a practicar el ayuno, se sintió auxiliado por la Providencia cuando fue detenido por su Fe, siendo condenado a morir de hambre. Pero los caminos de Dios son distintos a los de los hombres y, una inesperada curación de la mujer del carcelero que estaba enferma, gracias a la oración de Calixto, hizo que toda su familia se convirtiese a la senda de la Verdad, que es Cristo. El Papa San Calixto muere sumergido en un pozo, al que el Gobernador mandó cubrir de tierra.