El Santo de hoy: San Diego de Alcalá, apóstol en Canarias y patrono de Ayamonte
Madrid - Publicado el
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Uno de los grandes filones de Santidad ha sido el carisma franciscano, denominado Orden Mendicante por su itinerancia y su modus vivendi de la limosna que les daban los fieles. Un ejemplo es San Diego de Alcalá, que celebramos hoy. Nacido en 1400 en el Reino de Sevilla, concretamente en San Nicolás del Puerto, procede de familia muy pobre y bastante religiosa. Siendo pequeño acompaña a un allegado que hacía vida de ermitaño, del que aprende a orar y a amar al Señor en la Cruz.
Dedicado a labores de servicio como recoger leña, la gente se acercaba acompensarle y darle dinero con el que compraba alimentos para los pobres. Lector de San Francisco de Asís, se entusiasma con su vida. Fue la ocasión para entrar en esta Orden porque veía que la popularidad que alcanzó con sus obras de misericordia le impedían dedicarse más a la reflexión dejando de lado la vanagloria, fiel al Evangelio.
El verdadero hecho providencial es que, aunque no hubiese frecuentado los estudios, tenía un don que le hacía dar los consejos más sabios y profundos a quienes se acercaban a pedirle ayuda. Enviado a Canarias llevó a cabo una gran tarea evangelizadora con su sencillez, hasta el punto de que le eligieron Superior por un tiempo. Era la primera vez que cumplía esta misión un lego. Posteriormente va a Roma a la canonización de San Bernardino de Siena.
Cuando el Superior con el que va enferma, le cuida con tal esmero que le verán idóneo para ser el Director del Hospital de Roma que tenían los Menores. Allí realizó muchas curaciones milagrosas. Vuelto a España, permaneció en el más absoluto anonimato cultivando el Amor al Señor Sacramentado y a La Virgen. Eran frecuente los éxtasis que tenía al contemplar al Crucifijo. Muere en 1463. El rey Felipe II obtuvo, al invocar a San Diego de Alcalá la curación de su hijo y por eso pidió al Papa la canonización como se hizo. Es Patrono de Ayamonte.