San Hilario
Puso su granito de arena para pacificar la situación creada ante los conflictos entre los griegos y los latinos en el tema de la celebración de la Fiesta de Pascua
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Uno de los primeros pasos que es preciso dar para conseguir la paz es luchar por la unidad que tanto pidió el Serñor como testamento antes de entrar en el Misterio Pascual de la Cruz y la Resurrección. Hoy es la festividad del Papa San Hilario quien tuvo que orar y luchar para conseguir la unión de los cristianos ante tantos retos espirituales, pastorales y humanos que se le planteaban entonces.
Natural de Cerdeña, interviene como legado de Pontífice San León I en el Concilio de Éfeso. También puso su granito de arena para pacificar la situación creada ante los conflictos entre los griegos y los latinos en el tema de la celebración de la Fiesta de Pascua. Cuando muere San León I, es elegido Pastor de la Iglesia Universal, servicio que ejercerá durante sus últimos siete años de vida. En este periodo su celo por la comunidad eclesial, le empuja a trabajar en el asentamiento de los principios disciplinares y también jurídicos.
Entre los múltiples problemas que tuvo que corregir destacan el afán de poder de algunos clérigos la zona de de Las Galias, y los problemas de comunión en diversos puntos de la geografía española. Por ello se definía como un gran defensor de la unidad en Cristo Jesús. También dejó un gran elenco de construcciones sagradas, como es el caso, por ejemplo de varias capillas en la Basílica de Letrán.
También levantó un Monasterio que le puso bajo el patrocinio de San Lorenzo. Así dejó un testimonio dedicado al Apóstol San Juan, al que atribuyó la cantidad de beneficios que le dispensó el Evangelista en las dificultades que se le plantearon en su vida ministerial y por las que se encomendó a él. El Pontífice San Hilario muere el último día de febrero en el año 468. Su confianza en Dios siempre le hizo ser fuerte en el combate hasta el final.