San Leandro: el arzobispo de Sevilla que rezó y lucho por la unidad de España

Muchos Santos se han caracterizado por tratar de que la Fe impregnase un territorio concreto. Esto Ha causado la necesidad de luchar en bien de la unidad religiosa, social y cultural. Esto es lo que le sucedió a San Leandro cuya festividad conmemoramos este 13 de noviembre. Nacido en Cartagena alrededor del año 534 es hermano de los Santos Isidoro, Florentina y Fulgencio.

Su personalidad arrolladora le acompañó desde niño. En su juventud, destacaba por una profunda espiritualidad. Dada su capacidad de estudio y de reflexión ingresó en un Convento donde estudió y oró hasta que fue elegido Arzobispo de Sevilla. También formaba parte de su carácter su vida exigente y perfeccionista, algo que quiso infundir en su hermano Isidoro, si bien lo hizo con bastante rigurosidad.

En su ministerio episcopal, presidió el Concilio III de Toledo en el 589. Aquí fue donde imprimió carácter la idea de unidad de España, gracias a la Fe católica, extendida por todos los rincones de la Península. De ahí el influjo decisivo del Santo en la consolidación de la iglesia hispano- visigoda, dándole un gran auge y esplendor y eliminando los resquicios que quedaban aún de la herejía arriana, que negaba la divinidad de Jesucristo. Murió hacia el año 600, siendo trasladados posteriormente sus restos hasta la Catedral de la capital Hispalense. 

También destaca en su viaje como Legado a Constantinopla en vida la unión fraterna y amigable que le unió con el que posteriormente sería el Papa San Gregorio Magno. De hecho el Pontífice se siguió carteando en clave de comunión con el Obispo de Sevilla. Y cuenta la tradición que la magnífica reflexión pastoral que tiene San Gregorio sobre el Libro de Job, lo hizo gracias a que San Leandro le animó en el empeño de llevarlo a cabo.