San Marcelo I
Fue el papa número 30 de la Iglesia católica, elegido sucesor de Marcelino cuatro años después de su muerte, debido a la persecución del emperador Diocleciano
Madrid - Publicado el
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Una de las cosas que garantizó el Señor a Pedro es que cuando fuese mayor otro le llevaría adonde no quisiera en alusión a la muerte martirial con que iba a dar Gloria a Dios. Recordamos en este II Domingo del Tiempo Ordinario, al Papa San Marcelo I, que llevó en sus carnes la Pasión del Señor. Accede al Papado como el sucesor treinta, después de San Pedro. Por entonces los Pontífices, duraban poco, puesto que la persecución al cristianismo estaba en un momento muy visceral y, en el caso de Marcelo, fue un año.
Pero como Dios escribe recto con renglones torcidos, todos estos sufrimientos de sus antecesores y de muchos cristianos, había contribuido a robustecer la comunidad eclesial. A la época de las persecuciones de Decio y Valeriano, siguió un momento de paz, decretado por Galieno, lo cual permitió una reorganización y una mejora de la atención espiritual a las almas. En plena expansión y difusión, en el año 284, accede Diocleciano al trono imperial, respetando en un principio la religión cristiana.
Poco a poco, empezaría una nueva hostilidad hacia los seguidores de la Cruz, más cruel que las anteriores. Entre los ajusticiados por la fidelidad a Dios se encuentra Marcelo en el 304. Atrás queda su espíritu renovador que pretendía dar un gran impulso a la Fe, desde su carácter fuerte y enérgico, que le compaginaba con una buena dosis de dulzura y sencillez en el trato con los demás.
Todas estas medidas le hicieron signo de contradicción, puesto que contó con la aprobación de unos y la reprobación de otros. También hoy es el Día de la Infancia Misionera.