El Santo de hoy: San Marcelo, soldado de Dios
Madrid - Publicado el
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Una de las cosas más hermosas es el testimonio de los Santos y cuyo ejemplo cunde en los demás, disipando toda tibieza. Hoy, Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, es la festividad de San Marcelo. Perteneciente a la Legión VII, León, en España, pudo ser el escenario donde transcurre su proceso por ser cristiano en tierra española, ante el gobernador Fortunato. El perfil es el de un hombre valiente en su Fe ya que es soldado oficial, pero prefiere dejarlo todo por Dios y su Reino, que nunca pasan.
Posteriormente, sería arrestado y trasladado a Tánger, ante el procurador romano Aurelio Agricolano, que ejercía allí la autoridad imperial. Es tal y como dice el Señor: “Os llevarán a las sinagogas y a las prisiones. Allí tendréis momento para dar testimonio. No procuréis preparar vuestra defensa porque el Espíritu Santo hablará por vosotros y será Quien os diga todo lo que debéis decir en favor de Dios”.
En el informe se hace constar su pertenencia a la Fe cristiana, y cómo había arrojado su cinturón y bastón de mando sobre sus subordinados, renunciando a todo por el Evangelio. Y ante el dilema que se le plantea, él no traiciona sus principios. A pesar de que el resto de la tropa ofrezca sacrificio a los dioses, implorando su protección sobre el Emperador, Marcelo se reafirma en su condición de discípulo de Cristo, por lo que el procurador de Tánger le condena a morir decapitado.
Tal y como recuerda La Sagrada Escritura. “si el mundo os odia, sabed que a Mí me ha odiado antes”. Así, muestra la Iglesia, una vez más, el ejemplo de un mártir –San Marcelo- que muere y da la vida por el Reino de los Cielos, alentando a la comunidad cristiana. Tal y como aseguraba Tertuliano, la sangre de mártires es semilla de nuevos cristianos y así sucedió en el caso de San Marcelo y su influjo en los que le rodeaban.