San Orencio y Santa Paciencia

La Santidad siempre se transmite de padres a hijos. De hecho, desde que el Señor envía a sus discípulos a predicar el Evangelio, cada generación transmite a la siguiente la Luz de la Fe. Esto es lo que pasó a los Santos de hoy. Se trata de San Orencio y Santa Paciencia que supieron transmitir a sus hijos el amor a Dios y fruto de ello San Lorenzo - que es uno de ellos - entendió este amor como la manera de dar la vida por Cristo tal y como le pasó.

De origen hispanorromano, Orencio es muy sencillo y se desposa con Paciencia que ya procede de una familia bastante adinerada. Todos piensan que van a vivir con lujo y ostentación, pero realmente no va a ser así. Y es que ambos esposos no se caracterizarán por mucha suntuosidad sino por su desprendimiento y su ayuda a los demás, compartiendo cuanto tenían.

El santoral de hoy, martes 11 de mayo

Tuvieron dos hijos, como hemos señalado anteriormente, Lorenzo y Orencio que merecieron la admiración de todos por el espíritu de servicio que heredaron de los padres. La mujer murió pronto. Pero la Providencia marcó a Lorenzo como su predilecto para trabajar en la Ciudad Eterna, en la Viña del Señor. Y es que llegó a oídos del Papa la capacidad de Lorenzo para trabajar como servidor.

No en vano sería elevado al orden de los diáconos para servir en las celebraciones, en la predicación de la Palabra y en la administración de los bienes, así como en el servicio del altar. Una vez que éste marchó a Roma, el padre estuvo con el otro hijo en Tarbes (Francia) donde fue agricultor hasta su muerte. Tanto Orencio como Paciencia fueron venerados desde la antigüedad como padres de San Lorenzo. Un culto que así ha llegado hasta nuestros días.