San Vicente de Paúl, contemplativo y caritativo

San Vicente de Paúl, contemplativo y caritativo

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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El Señor en el Evangelio pide amar a todos y ser servidores desde la caridad. Hoy celebramos a San Vicente de Paúl que siempre sintioo la presencia de Dios en todos los necesitados porque al que le pedía le daba y al que le rogaba que le acompañase una milla le acompañaba dos. Nacido en Francia, cerca de los Pirineos, en 1581, formó parte de una familia pobre, que tuvo que sacar adelante seis hijos.

Tras cuidar de un pequeño rebaño, para ayudar a sus padres, marcha a estudiar a los Franciscanos, ordenándose sacerdote cuando contaba con 19 años. Así tuvo ocasión de encontrarse con personas pertenecientes a diversos ámbitos, pero sería con un cristiano que había renunciado a su Fe y al que él convirtió, con quien iría a la Ciudad Eterna, donde le encomendaron un despacho para Enrique IV.

Su experiencia ministerial hace que grandes hombres de la cultura y las letras le pidan consejo y le tomen como director espiritual. De él escribirá Bossuet: “¡Qué bueno ha de ser Dios cuando ha hecho tan bueno a Vicente!”. Pronto buscaría una parroquia más sencilla en Chatillón, aunque poco después volvió a París, donde organizó cofradías y asociaciones cristianas, logrando una legislación más humana.

Su celo por el clero le lleva a fundar los Sacerdotes de la Misión –también llamados Padres Paúles-, con la idea de reformar el Clero. Posteriormente promoverá con Santa Luisa de Marillac las Hijas de las Hijas de la Caridad, cuyo carisma se extiende hoy por todo el mundo. San Vicente de Paúl muere en el año 1660. En él se podría decir que reconocía a Cristo en el Sagrario y le descubría en los más necesitados. Por eso, cuando oraba ante el Santisimo y llamaba un mendigo decía que dejaba a Dios para atender a Dios.

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