Santa María, Reina y Madre de los Apóstoles

Nos encontramos en los momentos finales de la Cincuentena Pascual. Ahora todo gira en torno al Misterio de Pentecostés. Y en ese Cuadro de Misterio y de Fe nos adentramos en el sábado Jornada dedicada especialmente a la Virgen y en esta Víspera de la Venida del Espíritu Santo contemplamos a Santa María Reina y Madre de los Apóstoles. Ya leíamos en el Pasaje de la Pasión Según San Juan el Viernes Santo que, junto a la Cruz del Señor estaban María, su Madre y María, la de Cleofás.

Entonces Cristo viendo a su Madre y, junto a Ella, al discípulo que tanto quería, le dice a su Madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Y luego le dice al discípulos amado: “Ahí tienes a tu Madre”. Y cuenta el propio evangelista que desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa. Siempre el sábado es el día dedicado a la Virgen porque Ella mantuvo en la Fe y la Esperanza a los Once que se encontraban atemorizadfos por la Muerte del Maestro sin advertir que ya había anunciado que al tercer día resucitaría.

Una vez que el Señor asciende a los Cielos, les invita a quedarse hasta que llegase la fuerza de lo Alto, es decir, el Espíritu Prometido.Entonces ellos esperan y los Hechos de los Apóstoles recuerdan aquel Pasaje en el que se lee que todos los discípulos perseveraban en la oración, en unión con María, la Madre de Jesús, casi a las Puertas del feliz acontecimiento del Nacimiwento de la Iglesia.

El Beato Santiago Alberione encomendó a la Reina del Cielo su carisma con la petición de que le protegiese en su obra de defensa del apostolado en la comunicación. Para ello se acogió a esta singular Advocación Mariana. La forma de presentar el Título de Reina de los Apóstoles presenta a la Virgen como Madre de la Iglesia Naciente y de los creyentes. Una Advocación recogida también en la Letanía durante el rezo del Santo Rosario. Lo mismo sucede con los Padres Palotinos que la tiene por Abogada, en este Título Mariano.