Santa Teresa de Lisieux

Fue una religiosa carmelita declarada santa en 1925 y proclamada Doctora de la Iglesia en 1997 por san Juan Pablo II. Pio X la consideró "la Santa más grande de los tiempos"

Santa Teresa de Lisieux

Redacción Religión

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Iniciamos el mes de octubre con la festividad de Santa Teresita del Niño Jesús. Nacida en Alençon (Francia) el año 1873, siente desde muy joven la llamada del Señor a la vida contemplativa. Ella misma dice que cuando meditaba el capítulo 13 de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, donde el Apóstol recuerda que en la Iglesia hay multitud de servicios, no se ubicaba en ninguno de ellos. Su lugar propiamente lo encuentra en el Amor y servicio a Cristo.

Tal y como señala el propio Apóstol la caridad nunca pasa. Así entra en el Convento de las Carmelitas de Lisieux, con no pocas dificultades ya que dada su tempra edad no veían factible los superiores que una joven salida prácticamente de la adolescencia llevase ese ritmo de vida tan austero sin un tiempo de prueba rigurosa para ver si era apta. Sin embargo la Providencia tenía sus planes y Teresita entró.

El santoral de hoy, viernes 1 de octubre

Su principal motor para seguir este camino lo encontró en la tierna confianza en Dios, la sencillez y la humildad. Y como el verdadero testimonio se conoce desde las obras, trató de infundir todo esto en el corazón de las novicias. Tras una grave dolencia, muere con tan sólo 24 años, ofreciendo su vida por la Iglesia y la extensión del Evangelio. Destaca también su profundidad mística.

No en vano, ante los primeros síntomas de la enfermedad, asegurará: “Es el Esposo que llega”. Es Patrona de las Misiones, junto con San Francisco Javier. Curiosamente ella no estuvo en tierra misioneras, pero el Santo navarro sí. No obstante desde las celdas de Lisieux tuvo noticias y correspondencia con misioneros situados en Japón a los que acogió y alentó. Por ello se le otorgó tal Patronazgo.

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