El Santo Profeta que mantuvo la esperanza y denunció las injusticias entre los hombres

El avance de la Cuaresma nos lleva hasta el ecuador de este Tiempo con el Domingo Laetare que recordamos hoy porque como recuerdo San Pablo la Salvación de Dios está más cerca que cuando empezamos a creer. La palabra Laetare viene del latín y significa “alegría”. Seguimos en la sobriedad cuaresmal pero hoy se permite algún pequeño ornamento más en el Altar durante la Celebración Eucarística y el color de las vestiduras sagradas es rosáceo y no morado.

También los Profetas en el Antiguo Testamento tenían por msión invitar a la conversión al Pueblo que sufría el destierro y la opresión por haberse alejado del Señor. Pero debían encender esa esperanza e ilusión porque a medida que pasaban los siglos estaba más cerca esa Salvación del Cielo. Así lo tuvo que mantener el profeta Amós que conmemoramos hoy. 

Nos vamos al Antiguo Testamento al año 756 antes de Cristo. En ese momento aproximadamente nace éste que será uno de los Profetas de Dios denominados menores. Nacido en Técoa, cerca de Belén, sale de allí llamado por Dios y dejando su trabajo que era talador de higueras. La realidad de Israel es que se encuentra en una época de crecimiento para Israel que se olvida de su Alianza y explota a los pobres.

Las tribus del Norte han sido muy favorecidas por Jeroboam II y sólo han llenado sus bolsillos cerrando los ojos a los hermanos que sufrían mayor pobreza. En el Libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre denuncia las injusticias de los ricos contra los pobres. Invita a la conversión esperando al Señor que viene a traer esa igualdad y reparto que han olvidado los potentados. Amós es el denominado Profeta de la justicia social.