El Santo que explicó el Misterio de la Epifanía
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No hay como la sencillez y la mente abierta para acercarse a Dios. El Evangelio recoge el Pasaje en el que el Señor da gracias al Padre del Cielo por haber revelado los Misterios grandes a la gente pequeña. El Misterio Pascual que conlleva toda la Vida del Señor pues vino para dar la vida y resucitar, es contado a los Apóstoles con calma en el Cenáculo.
Hoy la Iglesia nos presenta a San Beda el Venerable, que profundizó en el conocimiento de los Misterios Salvíficos. El Santo es de origen anglosajón. Nace en el año 672 en Newcastle. Su familia modesta le envía con los monjes benedictinos. Allí descubre que no debe dejar pasar la oportunidad que se le presenta para iniciar el camino hacia la consagración a Dios. Ordenado sacerdote a los 22 años, es un hombre de gran capacidad intelectual que reflexionó sobre todo tipo de ciencias.
La Filosofía, la gramática, las artes, la arqueología o las matemáticas entraban en su esfera de investigación. Pero ante todo, Beda es un gran Teólogo influyente en la Europa Medieval. Y es que su reflexión se entiende por todas las personas de forma sencilla. Es un investigador científico capaz de conectar con las mentes de todo hombre que quiera conocer las razones de su Fe. Una de los grandes legados es el comentario del Pasaje de la Adoración de los Magos en la Infancia de Jesús.
Aquí presenta a estos visitantes con el nombre concreto de Melchor, Gaspar y Baltasar y como procedentes de los tres continentes entonces conocidos. Ello significa que Dios trae su salvación a todos los hombres y no sólo a los judíos. San Beda el Venerable muere el año 735 y es Doctor de la Iglesia. Sabe compaginar la oración con el estudio y el servicio a los necesitados.