El Santo de hoy: Santo Tomás de Villanueva, pastor de almas
Tuvo grandes ministerios que desempeñar en la Iglesia y todos los llevó a cabo con verdadera sencillez
Madrid - Publicado el
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La sencillez que el Señor pide y alaba es la de quienes sean como sean, acogen las cosas de forma llana y natural desde su Fe. Hoy hacemos memoria de un Santo de origen español: Santo Tomás de Villanueva. Él tuvo grandes ministerios que desempeñar en la Iglesia y todos los llevó a cabo con verdadera sencillez. A pesar de vivir sus padres en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), su lugar de nacimiento se sitúa en el pueblcito también manchego Fuenllana en el año 1486.
Pasa por las aulas de la Universidad de Alcalá, donde destacará por su vasta competencia de ciencias sagradas y humanas, llegando a ser un educador insigne. Tras ingresar en la Orden de San Agustín, profundizó más en la Filosofía de Platón, en la cual bebió su Maestro San Agustín. Pero en su trayectoria hubo otros grandes servicios reconocidos, como los que desempeñó en la Orden de los Agustinos.
Tan grande fue la fama que llegó a ejercer de predicador, confesor y consejero del Monarca Carlos I. Al quedarse vacante la Sede Episcopal de Valencia, es nombrado Arzobispo de aquella Diócesis. El Espíritu de Dios le concedió el don de la sabiduría y la prudencia para regir a sus diocesanos con caridad y celo por las almas, siempre imbuido en la pobreza evangélica, para meterse más en el papel del siervo bueno.
Siempre, en conexión con la idea de evangelización, propuso iniciativas que acercasen a las almas al Señor. Todas ellas fueron secundadas por su obispo auxiliar Juan Segriá, que dio un verdadero de testimonio mostrando una entrañable comunión con el Arzobispo Titular. Estas fueron las constantes que le acompañaron a Santo Tomás de Villanueva hasta septiembre del año 1555 en que muere, siendo canonizado poco después, en 1568.