Santa Teresa Margarita del Sagrado Corazón
Fue gran difusora del Sagrado Corazón y, como no podía ser de otra manera, de la Virgen del Carmen
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Cuando Cristo entra en el desierto sigue ese itinerario que marca al hombre la renuncia y la perfección en todo lo que lleva a huir del mal y abrazar la Santidad que pasa por el sacrificio y la lucha. Así lo vivió Santa Teresa Margarita del Sagrado Corazón que conmemoramos en este III Domingo del Tiempo de Cuaresma. La fecha de su nacimiento fue el 1747 en Arezzo (Italia) y el nombre de pila era Ana María Redi.
Su origen familiar procedía de la nobleza. Nada de ello le impidió profundizar en libros de Fe y de mística. Continuamente en su lectura sobre libros de mística se pregunta mientras medita lo que lee, quién es ese Dios. Un interrogante que le enciende más el anhelo de experiencia de Fe hasta que en el paso de la adolescencia a la juventud ingresa en el Carmelo. Durante todo este periodo que le hace entrar en la vida contemplativa, le ha maravillado la frase de San Juan en la Sagrada Escritura que dice “Dios es amor”.
El santoral de hoy, domingo 7 de marzo
En su entrada toma el nombre de Teresa Margarita del Sagrado Corazón. Como lema escogió “Escondida con Cristo en Dios”. Esto lo fue poniendo en práctica de manera que todas valoraban su testimonio de mujer fuerte que espera en Dios y vive con humildad su carisma carmelitano. Fue gran difusora del Sagrado Corazón y, como no podía ser de otra manera, de la Virgen del Carmen.
En su vida caló hondamente la vivencia de Santa María Margarita de Alacoque hasta el punto de intimar no sólo con el Divino Corazón de Jesús, sino hacerse a una con la Santísima Trinidad. Nadie se pudiese haber imaginado su pasado nobiliario puesto que su humildad escondía cualquier situación de poder que ni mucho menos manifestaba. Muere en plena juventud abrazada modestamente a un Crucifijo, en el año 1770.