La Ascensión del Señor
Cuarenta días después de resucitar de entre los muertos, Cristo ascendió a los Cielos y se sentó a la derecha del Padre, tal y como cuenta el Evangelio y profesamos en el Credo
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“Cristo tiene que reinar hasta que haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte”. Hoy, VII Domingo de Pascua, celebramos La Ascensión del Señor, con el que se cumple esta Profecía de las Cartas Apotólicas. Cuarenta días después de resucitar de entre los muertos, tal y como cuenta el Evangelio y profesamos en el Credo que Cristo ascendió a los Cielos y se sentó a la derecha del Padre.
El santoral de hoy, domingo 16 de mayo
Allí aboga por nosotros porque ha entrado de una vez para siempre en el Atrio de Dios. “Y llevándolos al Monte de los Olivos, les mandó ir a predicar la Buena Nueva a todas las criaturas. Quien crea y se bautice se salvará. El que se resista a creer será condenado. Y mientras les bendecía le vieron subir a lo Alto hasta que una nube se lo quitó de la vista”. “Sabed que Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.
“Entonces aparecieron dos Ángeles que les dijeron: Galileos, ¿Qué hacéis ahí plantados? El mismo Señor Jesús que habéis visto subir volverá de nuevo en la Majestad de su gloria al fin de los tiempos”. Son los textos de la Sagrada Escritura y tomados de los Hechos de los Apóstoles, que aluden a este momento. En el siglo II se vivía el acontecimiento de la Resurrección del Señor, mientras en el siglo III se instauraron los cincuenta días de Pascua para vivir de forma plena la Plenitud Salvadora.
Diez días antes de Pentecostés y cuarenta días desde la Resurrección se fijó la Ascensión. Los siglos IV y V fueron para clarificarlo todo porque hubo un tiempo en que la Liturgia oriental unía Pentecostés y La Ascensión. Mientras tanto, en el siglo V se deja constancia de la Ascensión diez jornadas antes de la Venida del Espíritu Santo. Una festividad desglosada ya de forma oficial en el siglo VI. En la Reforma postconciliar se trasladó al domingo siguiente al jueves en que se celebraba antes, perteneciente a la VI Semana del Tiempo Pascual. Y en este día, la Iglesia vive también la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.