La Transfiguración del Señor
Son los Evangelistas Mateo, Marcos y Lucas quienes nos cuentan cómo Cristo, después de haber anunciado su Pasión y Resurrección, se lleva a Pedro, Santiago y Juan a la montaña
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Cada momento de la Vida del Señor trae consigo ese anticipo de su Gloria que un día se nos manifestará y que viene salvarnos. Hoy celebramos La Transfiguración del Señor. Son los Evangelistas Mateo, Marcos y Lucas quienes nos cuentan cómo Cristo, después de haber anunciado a los discípulos su Pasión y Resurrección, se lleva a Pedro, Santiago y Juan a la montaña.
Mientras oran sus vestidos y su aspecto se vuelve de un Blanco deslumbrador como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Al mismo tiempo, se le aparecen dos hombres conversando. Se trata de Moisés, el Mediador de la Antigua Alianza dada en el Sinaí, y Elías, el Profeta que exhorta al pueblo a volver al Señor, que habían abandonado por los ídolos. Ambos hablan de su Muerte que iba a consumar en Jerusalén.
El santoral de hoy, jueves 6 de agosto
Pedro y los otros dos hermanos que se caían de sueño, se espabilan ante el resplandor. Se sienten felices en ese momento que nos quisieran que finalizase, y exclaman: ¡Maestro, qué bien se está aquí! ¡Vamos a hacer tres chozas: Una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías! Finalmente se les aparece una nube que les cubre con su sombra invitándoles a creer en Cristo: “Este es mi Hijo, mi Predilecto. Escuchadle”.
“Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre, lo que Dios ha preparado para los que le aman”, recuerda San Pablo en sus Cartas. Por último, vuelven a ver al Maestro sólo después de la Voz de la Nube, y éste les pide que no cuenten a nadie la Visión que les ha mostrado hasta que resucite de entre los muertos. Así se pone de relieve la Gloria que un día se nos manifestará.