La Virgen de la Bessiere
Madre de los creyentes, su ubicación es en la zona de Limousin, incrustada en el corazón de Francia
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Terminó el Ciclo de Navidad y retornó el Tiempo Ordinario en la primera parte que concluirá el 17 de febrero con el miércoles de ceniza. Ya el propio mes de enero marca la pauta mariana del nuevo año que va a ir acompañando los próximos doce meses. Si el 1 de enero es Santa María, Madre de Dios hoy nos encontramos con una Advocación de corte francés: Nuestra Señora de Bessiere.
Su ubicación es en la zona de Limousin, incrustada en el corazón de Francia. Un país azotado por multitud de herejías. Varias de ellas fueron de la etapa medieval como son los valdenses, cátaros y albigenses que negaban, entre otras cosas, el perdón del pecado mortal en la confesión. Otra desviación doctrinal que asoló las antiguas Galias fueron los hugonotes, que era el nombre que dieron a los protestantes asentados en Francia, de confesión calvinista.
El santoral de hoy, lunes 11 de enero
Las apariciones datan de 1845 cuando la Virgen se manifiesta a unos niños. La devoción fue creciendo de multitud de conversiones ya que la oración todo lo puede. Y en este caso son muchas las doctrinas erróneas. Una de ellas, que cristalizó en conversión, no deja de ser un milagro. Cuenta la historia que un hombre orgulloso de ser hereje se mofaba de la devoción que profesaban los cristianos de allí a la Virgen de Bessiere. Un día que retornaba a su casa ésta, por un accidente fortuito, se prendió.
Cualquier ayuda de los vecinos por resolver problema fue inútil. Entonces, en medio de las llamas, la Virgen se le apareció bajo esta Advocación, ante el fervor de los fieles que había allí, a los que se unió la conversión de aquel hereje. En un primer momento él se negaba a arrodillarse, pero después no sólo se arrodilló, sino que pidió la misericordia de Dios para su pobre persona.