La Presentación del Señor, epílogo navideño
También conocida como la festividad de Nuestra Señora de las Candelas, la celebración se remonta a Jerusalén en el siglo IV
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Existen celebraciones en la vida de la Iglesia que marcan el fin de un Tiempo Litúrgico y abren otro momento del Año de la Salvación. Hoy nos encontramos con la Fiesta de la Presentación del Señor en el Templo. También conocida como La festividad de Ntra. Sra. de las Candelas, la celebración se remonta a Jerusalén en el siglo IV. Como los fieles entraban con velitas llamadas “candelas”, de ahí que se dé este nombre a esta Advocación de la Virgen.
Según marcaba la Ley de Moisés, a los cuarenta días de nacer, todo varón debía ser consagrado al Señor. Esto es lo que hacen la Virgen y San José con el Niño Jesús. En el Evangelio según San Lucas se relata este pasaje en el que al entrar con su Hijo en el Templo, llegó un anciano piadoso llamado Simeón, al que el Espíritu le prometió que no moriría sin ver el consuelo de Israel.
El santoral de hoy, martes 2 de febrero
También profetizó a María que una espada le atravesaría el alma, fruto de que el Recién Nacido iba a ser Bandera discutida y signo de contradicción. Igualmente pudo contemplar y alabar al Cielo una anciana llamada Ana que servía y oraba en la Casa de Dios. En la Misa de esta día, cobra especial relevancia la Entrada Procesional al Templo con las velas encendidas después de ser bendecidas en el atrio.
¿Quién es este Rey de la Gloria? Es el Señor Victorioso. Portones alzad los dinteles, que se alcen las antiguas compuertas, va a entrar el Señor. Coincidiendo con esta fecha, también se celebra la Jornada de la Vida Consagrada, recordando a tantos religiosos que sirven al Todopoderoso desde su carisma. Con la Presentación del Señor es como si se cerrase oficialmente el Tiempo de Navidad porque aunque ya estamos en Tiempo Ordinario la Presentación del Señor alude a su Infancia y Vida oculta.