El santoral del 7 de julio: San Fermín, obispo de Pamplona y evangelizador en Las Galias

En el Antiguo Testamento se lee cómo Dios nos recogerá de entre las naciones quitándonos el corazón de piedra para ponernos un corazón de carne. Hoy celebramos a San Fermín, cuya vida fue un cambio a la Fe del Señor. Entre los datos que hay sobre su vida, destaca el nacimiento en un ambiente pagano donde cobra especial relevancia el culto a los dioses cosmológicos, como son el sol, la luna y los diversos elementos de la naturaleza. Precisamente se hacían ofrendas en las encrucijadas de los árboles.

Hijo de familia romana, su padre, Firmo, era un alto funcionario administrativo, mientras su madre, Eugenia, era una matrona de ascendencia ilustre. Pero su corazón era humilde. Casualmente conocen al sacerdote Honorato que les instruye en la Fe desde la más absoluta sencillez, y que había sido enviado por el Obispo Saturnino desde Las Galias.

El santoral de hoy, martes 7 de julio

El propio Prelado irá con el tiempo a bautizar en Navarra a todos los que abrazaban el cristianismo. Posteriormente Fermín da un paso más, siendo ordenado sacerdote y, más tarde, será consagrado Obispo de Pamplona. Allí se mostrará celoso pastor de las almas, usando todos los instrumentos que tenía a mano en bien de la difusión del Evangelio. Además de estas tierras, predicó en Anjou, Normandía, o Agen.

Por todo su recorrido fue un gran misionero que mostraba su preocupación por las almas. Durante el ejercicio de este ministerio, sería detenido en Beauvais, muriendo decapitado en Amiens. Y sería un neoconverso llamado Faustiniano quien recogería sus restos, sepultándoles en la Iglesia que el propio Fermín mandó edificar. Sus reliquias reposan entre Pamplona y Amiens.