Santa Alicia
Casada con el rey Lotario de Italia, pasa por una serie de calamidades y dificultades de las cuales Dios sacará bienes a pesar de los males aparentes
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La mayor grandeza de Dios es venir al mundo Pobre y despojado de su Condición Divina, de la cual nunca alardeó puesto que lo importante era pasar por uno de tantos y tomas la condición de esclavo. Esto es lo que sucede con la Santa del día, ya que hoy, 16 de diciembre, víspera del comienzo de la Semana Grande del Adviento, la Iglesia nos propone a Santa Alicia.
Casada con el rey Lotario de Italia, pasa por una serie de calamidades y dificultades de las cuales Dios sacará bienes a pesar de los males aparentes. Cuando enviuda, casando de segundas nupcias y asumiendo la regencia, sufre grandes incomprensiones y destierros, fruto de las envidias de la gente de la Corte, por atesorar riquezas para el Cielo, despreciando las riquezas humanas. En medio de todo esto, retoma el reinado, viendo la mano de Dios en cada uno de los acontecimientos, con sus luces y sus sombras.
El santoral de hoy, miércoles 16 de diciembre
Incluso entenderá mucho más las palabras de Cristo en el sermón de las Bienaventuranzas cuando llama dichosos a los pobres de espíritu y a los perseguidos por causa de la justicia porque de ellos es el Reino de los Cielos. Su forma de ejercer el poder es sirviendo tal y como pide el Evangelio, a diferencia de los poderosos de la tierra. Todos, especialmente los necesitados, se verán beneficiados de su caridad, alimentada por su espíritu de oración y mortificación. De esta forma, expía los pecados de sus súbditos y de todo el pueblo.
Durante el periodo de Otón III, retoma la regencia, y muestra nuevamente su afán. Lucha en bien de la extensión de la Iglesia, fomentando la construcción de templos y lugares de culto en Magdeburgo. Muere en Salces (Alsacia) el año 999, mostrando siempre su servicio al prójimo de forma caritativa y desinteresada como manda el Señor si queremos ser premiados con su Reino Eterno.