San Blas

El gran espíritu de fervor y de caridad, le impulsaba a ayudar a cambiar de vida a quienes vivían inmersos en el pecado

San Blas

Redacción Religión Jesús Luis Sacristán

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Cada Santo es encargado para el Patronazgo de algún aspecto de la vida de los hombres. Hoy recordamos a uno de los Santos que goza de mayor popularidad en el calendario cristiano: San Blas. Oriundo de Sebaste, en Armenia, su vida transcurre en el año III. Hombre dedicado a la medicina, trató sobre todo males relacionados con la garganta.

Pero esto no era lo único que realizaba, puesto que el gran espíritu de fervor y de caridad, le impulsaba a ayudar a cambiar de vida a quienes vivían inmersos en el pecado. Todo esto sirvió para que la Providencia suscitase la aclamación del pueblo cristiano como Obispo, al estilo de entonces. El nuevo Prelado, al oír las atrocidades de Diocleciano en la persecución a los cristianos, oró y confortó a muchos, refugiándose en las montañas, hasta que él mismo fue descubierto por los perseguidores.

El santoral de hoy, miércoles 3 de febrero

Conducido al Procurador, una innumerable multitud de cristianos y paganos, vitorean al Santo que les ha dado un ejemplo de Fe y valentía. Muchos son los milagros que había realizado, entre los que se encuentra la sanación de enfermos de la garganta. En cierta ocasión un niño se tragó una espina de pescado corriendo peligro de morir por infección y San Blas le curó. Todo esto molesta a las autoridades que decretan la muerte del Obispo armenio.

Al hacerle pasar por muchos suplicios cruentos antes de matarle, algunas mujeres recogen piadosamente restos de la sangre que ha derramado, motivo por el que son detenidas y decapitadas junto con Blas en el año 316. Por todo esto se le considera abogado en las enfermedades de garganta y en muchos pueblos las gentes pasan el pañuelo por su manos para que les bendiga las gargantas.

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