Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote
En este día, que se celebra el jueves siguiente a Pentecostés, se pide que se rece de forma especial por las vocaciones sacerdotales y la perseverancia de los sacerdotes
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Hoy es la Fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Cristo tiene el Sacerdocio que no pasa. Con ella se pone de relieve que el Señor por su misericordia ha querido hacernos partícipes de su Sacerdocio Único y Real. La Escritura lo dice de forma explícita cuando San Pedro en su Primera Carta, destaca cómo somos el Pueblo propiedad de Dios, Nación elegida que tiene un Sacerdocio Real.
Así el Señor nos llamó a salir de las tinieblas para entrar en su luz admirable. La Carta a los Hebreos destaca que Cristo tiene el Sacerdocio definitivo de la Nueva Alianza, el que no pasa. Y es que Él ha entrado de una vez para siempre en el Santurario del Padre anulando los sacrificios de la Antigua Alianza. La propia Carta a los Hebreos acusa la presencia de un Sumo Sacerdote, Jesucristo, capaz de compadecerse de nosotros porque fue probado en todo excepto en el pecado.
El santoral de hoy, jueves 27 de mayo
La historia de cómo se origina esta Fiesta dentro de la Liturgia de la Iglesia nos lleva a la pasada centuria. Ya en los años postconciliares del siglo XX se vivía en algunos lugares dicha festividad, pero ni mucho menos en toda la Iglesia. En la reforma del Concilio las Oblatas de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote la introdujeron en el Misal Romano.
Entonces su fundador, Monseñor José María Lahiguera desde Valencia donde ejercía su Ministerio Episcopal influyó enormemente para que se viviese en todo la Iglesia y no en sitios restringidos como hasta ese momento. Los tres últimos Pontífices, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco en la actualidad, han querido dar una importancia especial a este día que se celebra el jueves siguiente a Pentecostés, pidiendo que se ore de forma especial por las vocaciones sacerdotales y la perseverancia de los sacerdotes.