San Pablo VI
Fomentó las relaciones ecuménicas con las iglesias ortodoxas, anglicanas y protestantes, dando lugar a muchas reuniones y acuerdos históricos
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Para seguir el impulso del Espíritu que recibíamos el pasado Domingo, Solemnidad de Pentecostés hace falta recibir su fortaleza y actuar como verdaderos testigos. Hoy la Iglesia nos presenta a un Santo bastante recordado: el Papa Pablo VI, que siempre tuvo que sentir el empuje del Espíritu de Diso ante las contraridades.
Nacido en Brescia en 1897 en una familia de compromiso político y humilde, su nombre originario es Juan Bautista Montini. Los estudios de primaria en la niñez los vivió dentro de la Compañía de Jesús. Pero su ministerio iba por otras latitudes. Por eso, de los jesuitas pasa al Seminario, donde cursa los estudios eclesiásticos y se ordena sacerdote. De ahí marcha a Roma donde estudiará Filosofía y Derecho, tanto en la vertiente civil como en la canónica.
El santoral de hoy, sábado 29 de mayo
Hay un problema en Polonia y sin esperarlo, es designado sustituto del Nuncio en Varsovia. Surge la contienda más sangrienta que podría esperarse después de la I Guerra Mundial. Pío XII en su mensaje por la paz al estallar la II Guerra Mundial necesita un discurso que deje huella, preguntando a las gente de la Curia entre los que se encuentra Montini, quien gusta al Papa por su razonamiento.
Nombrado Patriarca de Milán destaca por su defensa de la Doctrina Social de la Iglesia. Cuando Juan XXIII convoca el Vaticano II Montini toma parte activa. No se imaginaba que el Espíritu Santo se llevaría a Roncalli y que le sucedería en el Papado como Pablo VI para seguir la revitalización conciliar lo que le valió muchas incomprensiones, incluso dentro de la Comunidad Eclesial. San Pablo VI muere en Castelgandolfo el 6 de agosto de 1978, coincidiendo con Fiesta de la Transfiguración del Señor.