Santoral: Santa María, Madre de la Iglesia, apéndice de Pentecostés

El aleteo del Espíritu Santo sobre la Iglesia Naciente encuentra su colaboración en la Virgen, Esposa del Espíritu y Madre del Verbo Encarnado al que llevó en sus purísimas entrañas. Y es que si ayer celebrábamos la Solemnidad de Pentecostés en la que se conmemoraba la Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Virgen María y el Nacimiento de la Iglesia, hoy hacemos memoria de Santa María, Madre de la Iglesia.

Esta conmemoración fue introducida el mes de febrero del año 2019 por el Papa Francisco. El Documento dice lo siguiente: “El Sumo Pontífice Francisco, considerando atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana, ha establecido que la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, sea inscrita en el Calendario Romano el lunes después de Pentecostés y sea celebrada cada año”, dice el documento.

En la Cruz, tal y como señala San Juan en su Evangelio, Cristo deja a su Madre como Madre de todos los hombres. De esta forma es acogida por el discípulo amado en su casa. Pero es que en el Cenáculo, también recuerdan los Hechos de los Apóstoles, que todos ellos perseveraban en la oración unidos a María la Madre de Jesús.

En el Decreto, la misma Congregación señala que “esta celebración nos ayudará a recordar que el crecimiento de la vida cristiana, debe fundamentarse en el misterio de la Cruz, en la ofrenda de Cristo en el banquete eucarístico, y en la Virgen oferente, Madre del Redentor y de los redimidos”.