Santos Ponciano e Hipólito, unidos por el martirio

Los Santos como humanos que son han tenido sus defectos que les han llevado a algunos hasta el enfrentamiento. Lo importante es que su humildad les ha llevado a buscar la unión. Hoy, Domingo XIX del Tiempo Ordinario, celebramos a los Santos Mártires Ponciano e Hipólito con ideas dispares, pero al final los dos padecen el martirio que les une. En el año 230, Ponciano será elegido Pastor de la Iglesia Universal.

El panorama que se presenta en esos momentos no es excesivamente fácil, sobre todo por la situación de cisma creada dentro de la Comunidad Eclesial. Entre los detractores del nuevo Papa, se encuentran el Sacerdote Hipólito, hombre experto en Sagrada Escritura y de honda profundidad, tanto espiritual como humana. Algunas discusiones sobre el Dogma de la Santísima Trinidad, habían llevado al enfrentamiento entre ambos.

La discrepancia había sido hasta tal punto hasta tal punto que Hipólito se opone al nuevo Pontífice, como ya se había opuesto al Papa Calixto, años atrás, presidiendo una comunidad enfrentada al Obispo de Roma. Pero la Providencia iba a unir desde el Espíritu Santo lo que el drama del pecado había dividido. Unos años después, Maximiano decreta una dura persecución contra los seguidores de Cristo.

Por este motivo, al ver que los cristianos de la Capital del Imperio ponen su confianza en ambos pastores, el Emperador decreta el arresto de los dos. Cuando ellos son conscientes del problema existente, renuncian a sus cargos, siendo deportados, posteriormente, a Cerdeña. Así permanecen unidos hasta sufrir el martirio por el Nombre del Señor Jesús. Una vez terminada la persecución, el Papa Fabián recupera sus cuerpos, llevando las reliquias de los Santos Ponciano e Hipólito a Roma.