Santos Zacarías e Isabel, piedras fundamentales de la Salvación

Redacción Religión

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La Sagrada Escritura conecta a todos los que aparecen en la Historia de la Salvación. Hoy, Domingo XXXI del Tiempo Ordinario y cuarto día de la Novena de Ánimas, nos acercamos hasta la memoria de los Santos Zacarías e Isabel. Ellos tienen parte directa en la llegada del Salvador. San Lucas nos recuerda en su Evangelio que ambos caminaban sin mancha y eran justos ante el Señor, aunque eran de edad avanzada

Cuando a Zacarías le tocó el turno de oficiar en el Templo, vio delante al Ángel de Dios que le dijo: “No temas Zacarías. Tus súplicas han sido escuchadas, y tu mujer Isabel concebirá un hijo. Su nombre será Juan y él preparará un pueblo bien dispuesto”. Zacarías dijo al Ángel: “¿Cómo será eso? Pues yo soy viejo y mi mujer de edad avanzada”. El Ángel le contestó: “Yo soy Gabriel que está delante del Trono de Dios día y noche. He sido enviado pero Dios para darte esta noticia.

Pero mira: Quedarás mudo hasta el momento de su nacimiento porque no has dado crédito a mis palabras. Cuando Zacarías salió de allí, no podía hablar, por lo que la muchedumbre pensó que había tenido una Revelación. Y después de recibir el Anuncio del Ángel, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña a un pueblo de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Con ella se quedó unos seis meses.

Y cuando se le cumplió el tiempo dio a luz a su hijo. A los ocho días tocaba circuncidar al niño y le querían llamar Zacarías como a su padre, pero la madre intervino diciendo: “No. Se va a llamar Juan”. Preguntaron al padre por señas y escribió en una tablilla: “Juan es su nombre”. E inmediatamente se le soltó la lengua. Hace años se celebraban San Zacarías y Santa Isabel en mayo. Posteriormente se pusieron el día 5 de noviembre.

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