La Transfiguración del Señor, el Preludio de la Redención

Son los Evangelistas quienes nos cuentan cómo Cristo, después de haber anunciado a los discípulos su Pasión y Resurrección, se lleva a Pedro, Santiago y Juan a la montaña

La Transfiguración del Señor, el Preludio de la Redención

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

2 min lectura

Existen fiestas que se denominan del Señor, porque tiene que ver con los Misterios de sus Vida y transmiten tal fuerza que se conmemoran en un día concreto, ese Hecho. Hoy celebramos La Transfiguración del Señor, una de estas Fiestas. Son los Evangelistas quienes nos cuentan cómo Cristo, después de haber anunciado a los discípulos su Pasión y Resurrección, se lleva a Pedro, Santiago y Juan a la montaña. Mientras oran sus vestidos y su aspecto se vuelven de un Blanco deslumbrador como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Al mismo tiempo, se le aparecen dos hombres conversando. Se trata de Moisés, el mediador de la Antigua Alianza, y Elías, el Profeta que exhorta al pueblo a volver al Señor, que habían abandonado por los ídolos. Ambos hablan de su Muerte que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y los otros dos hermanos que se caían de sueño, se espabilan ante el resplandor ¡Maestro, qué bien se está aquí! ¡Vamos a hacer tres chozas: Una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías!

Finalmente se les aparece una nube que les cubre con su sombra invitándoles a creer en Cristo: “Este es mi Hijo, mi Predilecto. Escuchadle”. Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre, lo que Dios ha preparado para los que le aman. Por último, vuelven a ver al Maestro sólo después de la Voz de la Nube, y éste les pide que no cuenten a nadie la Visión que les ha mostrado. Así se pone de relieve la Gloria que un día se nos manifestará.

San Agustín meditará sobre los sentimientos de Pedro al bajar del Monte. Santo Tomás de Aquino muestra la Manifestación de la Trinidad. La Fiesta se celebraba en Oriente y en algunas zonas de Occidente. Pero será en 1457 cuando el Papa Calixto III, a raíz de la victoria de los cristianos en Belgrado contra los turcos, ese mismo día, instaure la Transfiguración del Señor para que se celebre en todo el orbe cristiano.

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