SANTORAL

San Fulgencio

Comentado por Jesús Luis Sacristán

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La mejor difusión del Evangelio es que “a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje”. Eso ocurrió en el hogar de San Fulgencio de Écija que conmemoramos hoy. El motivo es que, este ascendiente de la nobleza visigoda, nacido en Cartagena el año 540, es hermano de los también Santos Leandro, Isidoro y Florentina. 

Desde pequeño fue educado en la Fe. Pero, a diferencia de sus hermanos mostraba mayor sensibilidad  a la interioridad y la contemplación de lo que creemos en nuestra condición de cristianos. Para completar su formación el padre le confía a unos benedictinos, ya que en aquellos momentos los Monasterios eran foco de Fe y formación cultural y espiritual. 

Durante la invasión bizantina, la familia huye, instalándose en la Capital Hispalense, en Sevilla. Fallecidos los dos padres Leandro como es el mayor, se hace cargo de los otros hermanos. Como buen aprendiz del carisma benedictino, profundiza en el estudio. De hecho en su trayectoria escribe comentarios sobre el Antiguo Testamento, especialmente sobre los Libros Proféticos. 

Por entonces España sufre el azote de herejías que reniegan de Cristo su divinidad. Especialmente el arrianismo es el que más daño hace. Fulgencio condena esta desviación y pone el dedo en la llaga. Los herejes se trabajan al rey que sigue su doctrina errónea y logran el destierro del Santo. Recuperado de su exilio, es nombrado obispo de Cartagena. 

Posteriormente le encomiendan Écija, cerca de Sevilla. En esa Diócesis tuvo que poner paz entre clérigos y fieles laicos. Reclamado de nuevo en Cartagena, San Fulgencio muere el año 658. San Fulgencio, junto a sus hermanos tiene el sobrenombre de los “Cuatro Santos de Cartagena”.

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