SANTORAL

San Juan de Kety

Comentado por Jesús Luis Sacristán

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La huella del Señor que nace entre los hombres llega hasta los lugares más insospechados del mundo porque para eso había venido. En este penúltimo día de Adviento, y cercana ya la Natividad del Señor, la Iglesia nos propone a San Juan de Kety. 

La presencia del Niño Dios se nota en este hombre oriundo de la tierra que vería nacer siglos más tarde al Papa San Juan Pablo II “el Magno”. Juan Wacienga nace en Kety, municipio cercano a Cracovia (Polonia), en el año 1390. A los 23 años se inscribe en la universidad de la propia ciudad de Cracovia, centro fundado poco tiempo atrás, pero que ya contaba con un gran prestigio. 

Esta situación la compaginó perfectamente con el ámbito pastoral, puesto que se ordenó sacerdote, cuando siente que la Providencia también le empuja a ese camino. 

Así lo atestigua su labor docente como profesor de Filosofía, y más tarde de Teología, al tiempo que era párroco de Olkus, lugar que dependía del capítulo de San Florián, al que se había vinculado Juan. Siempre estuvo al servicio de los necesitados con un gran espíritu de caridad, en medio de su sabiduría. 

En estos tiempos en que la guerra asediaba a Polonia, el Santo supo defender la Fe y la causa de los más pobres, respetando siempre al contrario, para no caer en la tentación de la venganza. Viendo el valor de Redención que tenían las peregrinaciones, marcha hacia Tierra Santa.

Así conoce los Lugares donde vivió el Señor, visitando también cuatro veces las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo en la Ciudad Eterna. San Juan de Kety muere la víspera de Navidad -24 de diciembre- el año 1473.

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