Madrid - Publicado el
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Terminamos el Tiempo Litúrgico de Navidad y en nuestras mentes resuena la voz de los profetas que preparan al Pueblo Elegido para el advenimiento del Señor. Hoy celebramos a San Malaquías. Forma parte de los Profetas Menores. Su nombre significa “mi mensajero”.
De hecho en el Libro suyo del Antiguo Testamento se puede leer “he aquí que envío mi Mensajero para que prepare el camino ante Mí”. Estas palabras se pueden aplicar a San Juan Bautista el Precursor del Señor. También se afianza en su Venida para redimir a los hombres.
Su vida se desarrolla en el siglo V a. de C. El ministerio profético que realizó tuvo lugar a la vuelta del Destierro de Babilonia entre los años 455 y 450. Esta situación hizo que los profetas tuviesen una actividad más intensa.
Muchos insisten en la relación entre Esdras y este Profeta porque todo lo que sucede y cuenta, coincide con todo lo que acontece en ese tiempo. El lugar donde se escribe fue Jerusalén y se le sitúa durante la restauración del Templo edificado por Salomón. Malaquías menciona El Libro de Yavé al que vendrán todos los pueblos a postrarse en su Presencia y a ofrecer sus oblaciones.
Todo ello ha hecho que los Padres de la Iglesia vean en el Profeta Malaquías un preludio del Santo Sacrificio de la Misa. El judaísmo siempre le ha situado como el último de los profetas. Cuando se cita a los menores se le presenta al final.